"Estamos vivos" fueron las palabras que me lanzó Jorge cuando me lamentaba al contemplar sus dedos de la mano izquierda.
Así de sencillo fue, "para mi se terminó". Dos dias sobre la montaña, no una montaña cualquiera, no, el Kangchenjunga.
Las sensaciones como siempre...
No podía estar mejor, la situación ideal, poca gente, siempre delante (en esos dos días).
Hubiera sido...
Nos atrapó, nos arrastró hasta que la grieta nos detuvo.
"Estamos vivos", "esta montaña no me quiere"...
Vuelta a empezar
La montaña nos seguirá llamando y sucumbiremos a sus encantos de viento, nieve y frío, pero sobre todo: amistad, hermano, compañero.
Gracias por haber estado ahí.
Martín, Kathmandu 23/4/2012
Así de sencillo fue, "para mi se terminó". Dos dias sobre la montaña, no una montaña cualquiera, no, el Kangchenjunga.
Las sensaciones como siempre...
No podía estar mejor, la situación ideal, poca gente, siempre delante (en esos dos días).
Hubiera sido...
Nos atrapó, nos arrastró hasta que la grieta nos detuvo.
"Estamos vivos", "esta montaña no me quiere"...
Vuelta a empezar
La montaña nos seguirá llamando y sucumbiremos a sus encantos de viento, nieve y frío, pero sobre todo: amistad, hermano, compañero.
Gracias por haber estado ahí.
Martín, Kathmandu 23/4/2012